Villa De Estilo Gallura En Venta En Las Colinas De Porto Cervo

En el pulmón verde de la Costa Esmeralda, inmersa en un entorno bucólico dominado por la más exuberante maleza mediterránea, esta espléndida villa en venta se encuentra en las colinas, justo por encima de los dos exclusivos complejos turísticos de Porto Cervo y San Pantaleo.

Dos hectáreas de parque privado dan vida a un teatro natural al aire libre en el que encontrarse en completa armonía con el entorno: el abrazo de la naturaleza se expresa en la riqueza de plantas y flores que pueblan este exuberante oasis verde, entre olivos, mirtos, alcornoques, encinas y robles centenarios, un gran huerto, invernaderos y huertas, así como un pequeño río.

Es en este rincón de naturaleza virgen donde se desarrollan los numerosos espacios exteriores equipados para la relajación absoluta, con una zona separada dedicada exclusivamente a la piscina y al solárium, una bañera de hidromasaje y espléndidos patios veranda para almuerzos y cenas de convivencia.

Ideal, por tanto, para quienes deseen pasar su estancia en el corazón de Cerdeña respetando su intimidad, sin renunciar a la comodidad de tener el mar de la Costa Esmeralda a tiro de piedra, la villa ofrece un ambiente rústico pero sofisticado, donde el cálido color de la madera se combina con preciosos muebles del siglo XIX. El edificio presenta los rasgos más típicos de la arquitectura local, revestido en parte de piedra local, todo desarrollado en una sola planta para una superficie interior de 220 metros cuadrados. Cinco dormitorios y tres cuartos de baño flanquean la zona de estar, con un amplio salón con grandes ventanales que dan al cuidado parque exterior, un comedor independiente y una cocina bien equipada.

Unos cobertizos para herramientas y un amplio garaje para cinco coches, con un sistema fotovoltaico de nueva generación instalado encima, completan esta fabulosa propiedad en venta en Cerdeña, en el corazón verde de la campiña de Gallura, una residencia ideal para quienes buscan comodidad y privacidad en su hogar, embriagados por los aromas de la naturaleza y acariciados por la brisa que llega del mar.