Casa Histórica Con Jardín Italiano Y Lago Al Norte De Vicenza

Ubicada en una meseta panorámica, esta imponente villa histórica destaca por su encanto atemporal y el majestuoso entorno natural que la rodea. La propiedad se extiende por aproximadamente 11 hectáreas e incluye un refinado jardín italiano, un parque centenario y un sugerente lago privado. El complejo se extiende sobre una superficie interior de aproximadamente 3000 m2, ofreciendo grandes salas con frescos, detalles arquitectónicos de época y una atmósfera aristocrática. Situada en una posición estratégica, la propiedad está cerca del centro de la ciudad pero inmersa en una tranquilidad absoluta, perfecta para quienes buscan una residencia exclusiva o una instalación de alojamiento de alto nivel.

Rodeada de un gran parque privado, la villa disfruta de un contexto paisajístico privilegiado, entre cuidados jardines, árboles centenarios y un camino que conduce al lago. La posición elegida para la villa es excepcional y permite una vista panorámica del valle: por un lado Monte Cimone y Cengio, por el otro Summano y Priaforà. El jardín en sí tiene la importante tarea de embellecer la propiedad y refrescar el ambiente durante el calor del verano. Toda la propiedad ofrece un ambiente único, donde el pasado noble se mezcla con la extraordinaria belleza del paisaje circundante. Garantizando la máxima privacidad, la propiedad permite llegar fácilmente a las principales atracciones de la zona. Vicenza y su territorio ofrecen un rico patrimonio artístico y cultural, con villas palladianas, pueblos históricos y reconocidos lugares de gastronomía y vino.

La historia de la propiedad tiene sus raíces en el pasado: la construcción original se remonta a una antigua fortaleza medieval, cuyos restos aún son visibles en las cercanías. La estructura actual fue construida en 1752 por el conde Girolamo di Velo, hijo de Giambattista, quien la transformó en una residencia noble. En aquella época las propiedades de la familia se extendían alrededor de Velo d'Astico y Arsiero. El conde Girolamo, sobrino del tío del mismo nombre que en 1685 encargó la construcción de la capilla familiar, pertenecía a una familia acomodada que se había enriquecido gracias al comercio de la seda. Su padre, Giambattista, fue diputado, cónsul, consejero del rey de Dinamarca y embajador en Viena. Girolamo recibió la investidura feudal en 1740 y posteriormente fue nombrado Príncipe de los Académicos Olímpicos. Durante su gestión, la villa sufrió una importante ampliación y una serie de intervenciones de consolidación estructural, incluido el refuerzo de los cimientos y la construcción de una planta residencial adicional. Al finalizar las obras, la villa constaba de la residencia privada, las cuadras, la casa del labrador, el pórtico, el palomar y el edificio adyacente que se cree que es la residencia original datada a finales del siglo XV.

Esta magnífica residencia también debe su fama al escritor Antonio Fogazzaro, quien situó en esta misma villa la casa de Daniele Cortis, protagonista de la novela homónima de 1885. Es famosa la presencia de la columna rota, mencionada varias veces en la novela como símbolo de la ruptura amorosa entre Daniele y su prima Elena. La columna de mármol rojo, que aún hoy se conserva en el jardín de la villa, fue recuperada de las Termas de Caracalla en Roma por Girolamo Egidio di Velo, hijo de Girolamo Giuseppe. Originariamente de Egipto, la columna fue colocada primero en el parque y luego trasladada al jardín frente al palacio central. El conde era un apasionado del estudio de Palladio y excavó en Roma entre 1824 y 1827. Los materiales encontrados en la excavación fueron llevados primero a Velo d'Astico y posteriormente donados al Ayuntamiento de Vicenza.

El complejo arquitectónico, que podría volver a su antiguo esplendor gracias a un proyecto de reestructuración, está compuesto por tres edificios que se integran armoniosamente: el edificio principal del siglo XV con referencias góticas y renacentistas, el elegante ala del siglo XVIII con la barchessa y el palomar, y un jardín a la italiana enriquecido por una pintoresca fuente. Entre las mejoras deseadas por el conde Girolamo están el refuerzo de las estructuras portantes y la adición de un piso a la vivienda residencial. Los estucos, techos, suelos y algunos frescos también fueron encargados por el Conde, confiriendo a los interiores un aura de extraordinaria elegancia y refinamiento.

Los interiores de la villa se distribuyen en tres niveles, con amplios salones de recepción, techos decorados con estucos y frescos atribuidos a Pietro Moro y evocadores elementos arquitectónicos originales. Un ala de la villa, ahora utilizada para eventos y recepciones, ya ha sido renovada, con un nuevo sistema eléctrico, estuco restaurado y vigas a la vista. Los espacios, ricos en detalles de época, ofrecen un ambiente exclusivo y refinado.

El exterior de la propiedad es una auténtica obra maestra del paisaje. El jardín italiano, atribuido al arquitecto Negrín, introduce la villa con sus avenidas geométricas y una espléndida fuente. Una avenida arbolada atraviesa el bosque privado y conduce hasta el lago, creando un recorrido sugerente y relajante. La finca entera se extiende sobre 11 hectáreas, garantizando absoluta privacidad y una auténtica conexión con la naturaleza.

Esta residencia representa una oportunidad única para quienes desean una residencia prestigiosa o pretenden invertir en la creación de un hotel boutique de lujo, un lugar para eventos exclusivos o un alojamiento con encanto y una historia importante detrás. Comprar esta villa significa invertir en una auténtica joya histórica, en un contexto de rara belleza, donde arte, cultura y naturaleza se mezclan armoniosamente.